martes, 15 de noviembre de 2011

Todo político aspira a convertirse en Mickey Mouse, ser tan encantador que la gente olvide que es una rata

Otra vez como cada 4 años se nos llama a participar en el circo electoral (mentira, fraude y corrupción, arbitrariedad, imposición, coerción).
Y otra vez la clase política nos presentan programas electorales y promesas que no cumplirán, para cuando estén en el poder tomar decisiones que benefician a los ricos y poderosos y perjudican a la mayoría de las personas, sin olvidar de engordar sus fortunas personales, robando todo el dinero que les sea posible.
La clase política necesita que votemos para que legitimemos luego decisiones mucha gente votaría si pensase que eso iba a cambiar sus vidas, sus sueños, trabajo o felicidad, pero no lo hacen porque no son idiotas pero toman una decisión política al no votar, en este show mediático poco importa el resultado
El que vota es el que menos derecho a quejarse tiene luego, entregan un cheque en blanco a los políticos para que hagan lo que quieran los que no votan, los que no legitiman el fraude, son los que pueden quejarse, y luchar contra la corrupción y usurpación de la voluntad colectiva por parte de aquellos a los que no han votado dado permiso para hacer lo que hacen.
La ley d’Hont favorece el bipartidismo y la acumulación de poder en el bipartidismo PP y PSOE hacen la misma política, con pequeños matices en cuanto a matrimonio gay, o aborto. Otros pequeños si estuvieran en el poder, harían lo mismo, y aunque algunos vayan de izquierdosos, si alcanzaran el poder, luego veríamos como la corrupción también les toca a ellos, como aunque haya gente que persiga el bien común, luego el sistema los ahoga, o no les deja hacer, porque está hecho para beneficiar a las clases altas. Donde estos partidos minoritarios alcanzan cotas de poder han gobernado han presentado enchufismo, corrupción, arbitrariedad, imposición,... Con ellos la situación no cambia sustancialmente, porque el sistema que aceptan no permite que elimine los privilegios que supone la miseria de otros, que se reparta la riqueza.
La abstención ni perjudica ni beneficia a partidos grandes o pequeños. Cuando se hacen los cálculos para el reparto de escaños, la abstención no se tiene en cuenta. En cambio los votos en blanco si se tiene en cuenta, sumándose al total de votos emitidos, y eso si perjudica a los partidos pequeños, ya que para poder optar al reparto de votos, necesitan haber superado un porcentaje mínimo de votos totales. Los votos en blanco al sumarse a los votos totales, hacen esa barrera más alta y por tanto más difícil a los partidos pequeños alcanzar un escaño. El voto nulo, es cualquier rotura, tachadura y no implica un rechazo del sistema parlamentario. Los partidos tienen miedo a la abstención porque es la forma más clara de rechazar un sistema que reduce la participación popular, la voluntad colectiva, el poder decisorio de cada uno a un instante (el voto), y deja en manos de unos elegidos el hacer y deshacer sin ningún control popular.
Se afanan en convencernos que un cambio de gobierno cambiará la situación de crisis, cada uno nos da soluciones para la crisis, pero debemos saber que las salidas a la coyuntura económica no depende de los gobiernos nacionales, se toman en Europa, concretamente en Alemania, y anteponen los intereses de los poderes financieros muy por encima de las necesidades de las personas.
http://malaga.cnt.es/spip.php?article615

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